Compartir es vivir

Quien me conoce sabe que soy fiel defensor del uso de las Redes Sociales de forma profesional dentro del ámbito de las Ciencias de la Salud, pero últimamente, me da la sensación que esto se nos está yendo de las manos…

 

 

Selfies que no vienen a cuento en horario laboral y con el uniforme puesto, Tuits que parecen panegíricos cuya única finalidad es la de demostrar que meamos más lejos que nadie, cuentas “profesionales” de Instagram que tan solo se nutren de imágenes morbosas con la única finalidad de atesorar miríadas de followers, gente que plagia el contenido de otros con tan sólo borrar un logo y poner su nombre… ¿Qué está pasando?

No sé si es porque me hago viejo o porque veo todo este mundillo 2.0 con ojos más maduros y con muchas cicatrices en la espalda, pero me da la sensación, como dice mucha gente, que esto ya no es lo que era…

Ya han sido varios posts hablando de las bondades de las Redes Sociales como el “Uso de Redes Sociales para buscar evidencia científica“. Hoy vamos a hablar de las consecuencias que nos pueden acarrear el mal uso de éstas.

¿Publicamos para compartir conocimiento o para molar fuerte y conseguir followers? Clic para tuitear

Siempre digo que las Redes Sociales son una arma poderosísima a la hora de conectar con otros profesionales, trabajar de forma colaborativa, compartir conocimiento, etc… pero como toda arma, si no se utiliza bien nos puede explotar en la cara.

si no utilizamos bien las Redes Sociales, nos pueden explotar en la cara (via GIPHY)

Ojo, que con todo esto no estoy diciendo “yo las uso bien y tú no”. Aquí, como en la vida, se aprende a base de palos, de los que yo me he llevado unos cuantos, pero me da la sensación que hay mucha gente que no calibra bien el riesgo que corre con según qué tipo de publicaciones. Y no estoy hablando de ofender a alguien con un tuit o ganarse 20 unfollows, estoy hablando de cosas más serias, repercusiones legales o laborales como el caso de las enfermeras que les dio por pegarse un bailecito (y compartirlo en RRSS) antes de una intervención quirúrgica y que fueron fulminantemente despedidas.

 

El ofendidismo en Redes Sociales.

En estos últimos días, se ha hecho viral el vídeo del parto del primer bebé del año en Guatemala. Mi primera reacción, igual que la de mucha gente, fue la de “ofenderme” (ayyyy cuantos ofendiditos en las Redes Sociales), hasta que alguien me hizo ver, que, a parte de ser otra cultura, tal vez fuera la propia madre la que pidiera que le grabaran de esa guisa, vete tú a saber, nos faltan datos. Lo que sí es cierto, es que en las RRSS siempre estamos con la escopeta cargada, a punto para ofendernos y lapidar al primero que se nos cruce por el camino… aunque no tengamos todos los datos disponibles (ojo, yo también lo he hecho y entono el “mea culpa“). Como bien me comentaron, somos profesionales sanitarios, no jueces.

En las RRSS siempre estamos a punto para ofendernos y lapidar al primero que se nos cruce por el camino. Clic para tuitear

Las Redes Sociales como “ladrones de tiempo”.

Si todo lo anterior no fuera suficiente, con la última actualización de iOS, ya se puede ver en iphone el tiempo de uso del dispositivo móvil y las horas que le dedicamos a diario a las RRSS. Ríete tú de las estadísticas sobre el uso de las RRSS. ¿Te has fijado las horas que le dedicas? Yo sí, y me he asustado…

Las Redes Sociales son uno de los ladrones de tiempo más potentes que hayan existido en los últimos años. Nos pasamos el día pendientes de la pantallita. Nos están hablando y sacamos el móvil en una de las mayores muestras de desprecio y falta de educación hacia la otra persona (lo he hecho en alguna ocasión y me avergüenzo de ello).

Las Redes Sociales y el smartphone se han convertido en una especie de “cigarrillo” digital. Cuando no sé que hacer…saco el móvil, que estoy nervioso….saco el móvil, que estoy aburrido….saco el móvil. Este cigarrillo no te llenará los pulmones de alquitrán, pero te va a robar lo más preciado y valioso de lo que disponemos…el tiempo.

Un reciente estudio ha demostrado que mirar el teléfono móvil hace que pasar el rato sea menos divertido.  Un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology (1) investigó cómo los smartphones influyen en las interacciones entre personas. Para ello, hiciero que más de 300 personas compartieran una comida con amigos o familiares en una cafetería. Algunas de estas personas levaban sus teléfonos móviles, mientras que otras los apagaron. Los resultados demostraron que las personas que pusieron sus teléfonos fuera de su alcance disfrutaron su comida mucho más y fueron más felices.

El postureo.

Parece que “el postureo” se ha adueñado de las RRSS en general y de la e-salud en particular. El otro día lancé una encuesta en Twitter, que, si bien es cierto posee todos los sesgos del mundo, refleja el pensar de muchos de los que pululamos por el 2.0. Sigue habiendo contenido muy interesante, pero emborronado por el postureo, soliloquios de Twitter y clases magistrales de “Yo tengo razón y tú no”

Ojo, que no estoy diciendo que lo del “postureo” esté bien o esté mal… Cada cual es dueño y señor de hacer lo que le dé la gana con sus cuentas en RRSS (faltaría más). El problema viene cuando este postureo nos puede acarrear repercusiones legales o laborales, y esto es lo que parece desconocer mucha gente que sube fotos, stories, vídeos, etc. durante su horario laboral, con el uniforme del hospital. 

Para aclarar un poco más este tema, he consultado con Chema Antequera (@abogadoenferme ). Si todavía no lo sigues en Twitter, ya estás tardando.

Las repercusiones legales del “postureo” en horario laboral siempre  van a depender del caso concreto, de las circunstancias, del contexto, del mensaje, etc estos elementos hay que tenerlos muy en cuenta a la hora de determinar si hay una posible sanción (el régimen disciplinario es similar al penal en cuanto a las garantías para el denunciado). Vistas la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y la Ley del Estatuto Marco se podría vulnerar:

1. El tiempo del postureo no es tiempo efectivo de disposición al centro y a la atención del paciente.

2. El postureo puede suponer un incumplimiento ético hacia la organización, y los pacientes pues puede romper el principio de confianza y responsabilidad en la atención.

3.- El postureo puede suponer una vulneración de la intimidad espacial/unidad al divulgar imágenes de espacios privados sin autorización del centro.

4.- Desde el plano de la seguridad del paciente igualmente, pues esos tiempos supone no atención sanitaria, una irresponsable disrupción de la necesaria atención a los pacientes.

5.- Puede ser una falta muy grave por incumplimiento notorio de sus funciones. En este caso según la gravedad puede suponer la pérdida de la condición de personal estatutario, y durante los siguientes 6 años no puede opositar ni estar en bolsas contratación.

6.- Y bueno, si hay pacientes inconscientes en el postureo por ejemplo, o algo que suelo ver mucho (fotos de las HC) es un grave delito de revelación o descubrimiento de secretos.

El “postureo” en Redes Sociales puede tener consecuencias via GIPHY

 

La imagen que transmitimos a los demás.

No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo. Pues lo mismo con los profesionales sanitarios. Está claro que en un turno de 8-12 horas hay tiempo para el buen rollo, las bromas entre compañeros y la distensión. Trabajamos sometidos a mucha presión y en ocasiones, ésta es nuestra válvula de escape. Pero debemos ser conscientes de la imagen que transmitimos a familiares y pacientes.

Debemos ser conscientes de la imagen que transmitimos a pacientes y familiares en las Redes Sociales Clic para tuitear

En un turno de 12 horas, que no hayas parado ni para ir al wc, si cuando entra un familiar te ve sentado en la silla mirando el facebook en el móvil, pensará que llevas así todo el día (porque es la imagen que le hemos transmitido). Llevando este ejemplo al 2.0, si alguien ve una foto tuya en Instagram con el uniforme y los pies en alto mirando la tv, pensará que a eso te dedicas durante todo el turno. El problema viene cuando esa foto se puede viralizar y ser vista por millones de personas que pensarán que en lugar de cuidar a tus pacientes te dedicas a ver la televisión con los pies en alto.

SI has llegado leyendo hasta aquí (que menudo tochaco me ha salido hoy), no quisiera que te quedaras con la idea de que este post es una regañina de abuelo cebolleta, si no más bien un toque de atención. Está claro que las Redes Sociales son un ente vivo y cuyas reglas de funcionamiento cambian minuto a minuto. Es importante que nos sepamos amoldar a estas nuevas reglas de juego, pero siempre teniendo en cuenta las repercusiones que nos puede acarrear un mal uso de ellas.

Usemos esta arma, pero usémosla bien.

 


Bibliografía

1.
Dwyer R, Kushlev K, Dunn E. Smartphone use undermines enjoyment of face-to-face social interactions. Journal of Experimental Social Psychology. 1 de noviembre de 2017;78.

 

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