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 El balón de contrapulsación intraaortica es otro de esos “aparatejos” que nos suenan a ciencia ficción pero que han salvado muchísimas vidas a pacientes críticos. ¿Quieres saber qué es, cómo funciona y para qué sirve? sigue leyendo…

Supongo que a estas alturas no te extrañarás si te cuento que me encantan todos los aparatos tecnológicos del mundo y que siento especial devoción por los que se encuentran en una Unidad de Críticos. Nuestra UCI, es una unidad pequeñita y no disponemos de tecnología para determinadas patologías. Desde el primer día que descubrí el balón de contrapulsación intraaórtico me interesó muchísimo su funcionamiento. Pues bien, nada mejor que un experto de Rea cardíaca para que nos hable un poco más de él.

Hoy tengo el tremendo honor de ceder “mi casa 2.0” a un vallisoletano, compañero, amigo, referente en Redes Sociales como es Jesús del Río ¿Que no sabes quién es? No me extraña porque todos lo conocen como “chuchi” o @chuchencio. Lo conocía por RRSS y era una de esas personas que irradian buen rollo, pero Teresa Pérez(@DUEdevocacion ) ya me advirtió sobre él: “Si en RRSS te transmite buen rollo, en persona no te lo puedes ni imaginar, es un Crack”. Y no se equivocó.

Vaya desde aquí mi más sincero agradecimiento a Chuchi por haber perdido parte de su valiosísimo tiempo para explicarnos qué es esto del balón de contrapulsación. Pero veamos que nos cuenta sobre este aparato…

¿Qué es el balón de contrapulsación?

El BCIA es una modalidad de asistencia circulatoria basada en el apoyo temporal del ventrículo izquierdo, mediante el desplazamiento mecánico controlado del volumen sanguíneo en el interior de la aorta. Esto se consigue con un balón elástico instalado en la aorta torácica descendente, que se distiende con gas helio en la diástole y recupera su tamaño durante la sístole.

balon contrapulsación

Desinflado del balón durante la sístole o contracción cardiaca (izda.) e inflado durante la diástole o relajación cardiaca (drcha.).

 

El implante de un BCIA consiste en la colocación de un dispositivo compuesto por un catéter con un globo alargado en su extremo (balón) de material plástico, usualmente látex, en la arteria aorta descendente (intraaórtico), a través de la punción de una arteria situada en la ingle (arteria femoral), que se infla y desinfla mediante la inyección y succión de gas, habitualmente helio, de manera coordinada con los latidos cardíacos (contrapulsación).

balón contrapulsación

Inflado del BCIA y su correcto posicionamiento en relación con la aorta.

 

El balón de contrapulsación se infla y desinfla mediante la inyección y succión de gas, habitualmente helio, de manera coordinada con los latidos cardíacos (contrapulsación). Clic para tuitear

 ¿Cómo funciona?

El funcionamiento correcto del balón se controla automáticamente desde una consola externa, situada al lado de la cama del paciente, a la que está conectada el catéter balón.

balón contrapulsación

Consola del balón de contrapulsación

 

Este dispositivo está diseñado para facilitar la expulsión de la sangre desde el corazón hacia la arteria aorta y aumentar la presión diastólica de ésta ya que la presión diastólica es el factor más importante para la circulación coronaria en el corazón.

El hinchado del balón está sincronizado con la actividad del corazón, de tal manera que durante la contracción del corazón (sístole) se desinfla activamente, facilitando la salida de sangre desde el ventrículo izquierdo a la aorta, y durante la relajación del corazón (diástole), se produce el inflado del globo aumentando la presión arterial diastólica, el flujo de sangre a nivel de las arterias coronarias y mejorando la función cardíaca por el aumento de la perfusión del corazón.

El balón de contrapulsación consigue aumentar el flujo de sangre de las arterias coronarias mejorando así la perfusión del miocardio. Clic para tuitear

¿Para qué se utiliza?

El BCIA está indicado en los casos en los que se produce un daño en el corazón que le incapacita para mantener una presión arterial suficiente para garantizar una perfusión de sangre adecuado a las necesidades de aporte de oxígeno y nutrientes del organismo.

Es útil en:

  • Cirugía cardíaca. En disfunción del ventrículo izquierdo grave después de circulación extracorpórea y en Shock cardiogénico postcardiotomía.
  • Angina inestable refractaria (al tratamiento farmacológico)
  • Infarto agudo de miocardio.
  • Miocardipatías refractarias.
  • Insuficiencia ventricular derecha.
  • Y otras como puente al trasplante.

 

 Preparación y realización de la técnica.

Este procedimiento se realiza en la cama de una unidad preparada al efecto, como puede ser una sala de reanimación. El procedimiento no requiere anestesia general aunque el paciente puede ser sedado de forma superficial para ayudar a relajarse. El balón de contrapulsación intraaórtica se implanta habitualmente a través de una punción de una arteria de la ingle (arteria femoral). Esta técnica se realiza bajo condiciones de asepsia y con anestesia local. A través del acceso arterial (introductor), se introduce el catéter-balón dirigiéndolo hasta la porción más alta de la arteria aorta descendente.

 

 Riesgos

A pesar de la adecuada elección de la técnica y de su correcta realización, pueden presentarse efectos indeseables, tanto los comunes derivados de todo procedimiento invasivo que como el presente implique punción, como los específicos de puncionar una arteria de gran calibre.

Entre las complicaciones que pueden producirse:

  • la isquemia (falta de riego) de una extremidad (generalmente la pierna por cuya arteria ha sido introducido el catéter), o del intestino secundarias a la trombosis (coagulación) del dispositivo o la embolia distal de dichos coágulos o a la obstrucción del vaso por colocación incorrecta del dispositivo o disección (desgarro de las capas que la componen) de la arteria femoral, ilíaca o aorta.
  • Hemorragias a nivel del lugar de punción o internas, que pueden llegar a ser severas, disminución brusca del número de plaquetas y glóbulos rojos por la acción mecánica del inflado y desinflado repetidos.
  • Infección de la zona de implantación y sepsis (infección generalizada de la sangre).
  • Raramente puede producirse la rotura del balón y obstrucción de un vaso por embolia del gas helio que lo rellena.
  • Excepcionalmente puede producirse la rotura de la arteria femoral, ilíaca o aorta, complicaciones que pueden llegar ser letales.

Es posible que después de la punción puedan quedar molestias en la zona con sensación de dolor u hormigueo, generalmente pasajeros.

En el siguiente vídeo puedes ver cómo se implanta y cómo se maneja el balón de contrapulsación intraaórtico.

Cuidados de Enfermería.

De mantenimiento:

  • Comprobar sincronización latido/consola cada dos horas o siempre que cambie significativamente la situación hemodinámica (FC, GC, arritmias). La onda de presión arterial debe mostrar una doble «joroba», la segunda de ellas mayor y que corresponde al inflado del balón.
  • Anticoagulación. Pese a que el movimiento del catéter-balón y el material de que está hecho reducen este riesgo, pueden formarse trombos en el catéter o en el punto de inserción. Vigilar la perfusión y control analítico según protocolo de heparina.
  • Mantener una postura adecuada, en decúbito supino (es posible elevar la cabecera de la cama ligeramente para que le resulte más cómodo) y con la pierna estirada.
  • Comprobar periódicamente la correcta colocación y fijación de los electrodos del balón (colocar un mefix con una “B” encima de los electrodos del BCIA).
  • Vigilar el miembro: pulsos distales (pedio y tibial posterior), color, presencia de dolor, movilidad del tobillo, sensibilidad y temperatura.
  • Control del punto de punción. Curas asépticas para prevenir la infección. Vigilar posible hemorragia. Comprobar que la sutura se mantiene estable.

En la retirada del balón:

  • Es necesaria estabilidad hemodinámica, generalmente por la resolución total o parcial de las causas por las que se colocó.
  • Disminuir progresivamente la asistencia. Disminuir el número de inflados/latidos (siempre bajo indicación médica) de 1:4 a 1:8.
  • Suspender anticoagulación 1.5 ó 2 horas antes de la retirada del BCIA según ratio TTPA.
  • Retirar asistencia: consola en «OFF». Nunca permanecerá el balón inmóvil y colocado más de 20 minutos: aumenta el riesgo de trombos.
  • Desconectar el balón de la consola.
  • Compresión directa 20-40 minutos o con el apósito safeguard, se infla con 20cc antes de pegarla en la zona femoral y una vez colocada en la zona se añaden otros 20cc al apósito. A las 4 horas se retiran 20cc y a las 2 horas siguientes se retiran los 20cc restantes. Colocación apósito normal.
  • Permanecerá 24 horas en decúbito supino sin flexionar el miembro.
  • Durante todo el proceso vigilar pulsos, color y temperaturas distales, y presencia de sangrado por el punto de punción.

 

Y para terminar decir, que aunque el BCIA es el método de asistencia circulatoria mecánica más utilizado, no moviliza una cantidad de sangre suficiente como para suplir la función cardíaca y necesita para ser efectivo un índice cardíaco mínimo de 1,2-1,4 l/min/m2. El incremento del gasto cardíaco es inferior al 20%, sin embargo, al disminuir el consumo de oxígeno por reducción de la postcarga y aumentar la perfusión coronaria, favorece la recuperación del corazón.

Representa el tratamiento de elección de la disfunción cardíaca grave potencialmente reversible.

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Bibliografía.

  • M. Gallego López, et al. Balón de contrapulsación intra-aórtico (BCIA): Conceptos y cuidados de enfermería. Enfermería en cardiología.
  • Basco L, Fariñas S. Atención de Enfermería en el paciente portador de Balón de Contrapulsación Intraaórtica.
  • Lauga A, Perel C, D’ Ortencio A. Balón de contrapulsación intraaórtico. Insuficiencia Cardiaca
  • Trost JC, Hillis LD. Intra-aortic balloon counterpulsation.
  • Téllez de Peralta, Gabriel. Tratado de cirugía cardiovascular. Ediciones Díaz de Santos,
  • Fernández Ayuso, et al. Cuidado integral del paciente crítico. Editor Elsevier.

 

 

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